Poseídas

Tengo un arreglo de flores,

es un regalo que recibí.

Después de ya varios largos meses

como poseídas siguen ahí.

Ya hay algunas que están marchitas,

otras hace rato las bote,

pero dos o tres permanecen

con el mismo verde con que las encontré.

Solo al principio podía olerlas,

ahora muchas veces no,

pero la costumbre ya de verlas

me recuerda bien su olor.

Todos los días las veo

quiera hacerlo o no.

Están en un lugar estratégico,

donde no las colocaría yo.

No son flores antipáticas,

tienen deseo de vivir!

a diferencia de quien las entrega,

deterioradas, pero siguen ahí.

Me di cuenta por eso, que las perdería,

algún día ese día llegará.

Son fruto de una amistad que muere,

muere sin necesidad.

Aunque por un lado no quede nada

y se pierda en el olvido lo que pasó,

las flores volverán a la tierra,

pero el canasto donde vinieron, 

mis recuerdos..

no.